Carros de alquiler en Hungría

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Alquilar un coche en Hungría puede ser una buena opción para conocer este país, puesto que la conducción es similar a la española, ya que también se circula por el lado derecho, y el tráfico es ordenado, respetándose la señalización y las normas, aunque por lo general se conduce rápido. Es de reseñar que el transporte público siempre tiene prioridad en la carretera y que, en lo relativo al nivel de alcohol en sangre, el límite es de 0. Además, deberemos llevar el pasaporte o DNI y los permisos de conducir. Igualmente, hay que llevar un chaleco refractario, un triángulo de seguridad, un botiquín de primeros auxilios y luces delanteras de repuesto, pero no te preocupes, las compañías de alquiler de coches te proveerán de todo esto sin coste adicional.

Para alquilar un coche en Hungría hay que tener 21 años de edad y con una antigüedad en el carnet de conducir de un año al menos. En algunos casos, algunas agencias cobrarán una tasa extra a los conductores jóvenes de menos de 25 años. Si quieres alquilar un coche de cualquier tipo, los conductores mayores de 25 años lo podrán hacer sin coste extra alguno.

El precio del combustible, que pagaremos en la moneda oficial, el forinto húngaro, es muy similar al de España. Ronda los 360 HUF (1,10 EUR) el litro. No tendrás problemas para repostar, pues las gasolineras son numerosas y las encontrarás en las principales autopistas y carreteras, así como en las salidas de las ciudades.

Los límites de velocidad en Hungría son algo distintos a los de España. En área urbana o poblado el límite máximo es de 50 km/h (aunque puede haber zonas en las que se reduzca a 30 km/h). En carretera el límite oscilará, en función del tipo de vía y del tramo, entre los 90 y los 110 km/h, y en las autovías y autopistas será de 130 km/h.